Un llamado urgente a reforzar la seguridad en las rutas más peligrosas del país

El reciente asesinato de un chofer que transportaba sacos de arroz desde Tingo María hacia Lima ha estremecido al sector transporte y a toda la opinión pública. El trabajador fue encontrado maniatado y sin vida en un barranco a la altura del temido sector de Carpish, una zona conocida por su alta incidencia de asaltos y emboscadas en carretera.
Según reportaron medios locales, la víctima habría sido interceptada por delincuentes en ruta y despojada de su carga, perdiendo no solo el producto que trasladaba, sino lo más valioso: su vida.
Este hecho no solo refleja el dolor de una familia que hoy llora la pérdida de un padre y trabajador, sino que también desnuda una realidad innegable: el transporte de mercadería en el Perú sigue siendo una de las actividades más expuestas a la criminalidad, especialmente cuando no se cuenta con medidas de seguridad especializadas.
Carreteras en riesgo: un terreno fértil para la delincuencia
Las rutas de la selva central, como Tingo María – Carpish – Lima, se han convertido en corredores estratégicos para el comercio, pero también en zonas donde bandas organizadas operan con total violencia. La mercadería, desde alimentos hasta productos de alto valor, representa un blanco atractivo para quienes ven en el robo carretero un negocio rentable.
A diferencia de otros delitos, los ataques en carretera no solo buscan la carga, sino que comprometen directamente la integridad del conductor. En muchos casos, como el ocurrido recientemente, los choferes se convierten en las primeras víctimas de un sistema que aún no logra garantizar seguridad en el transporte.
Lecciones que no podemos ignorar
Este lamentable hecho debe llevar a la reflexión y acción inmediata. Tanto empresarios como autoridades y transportistas debemos reconocer que la seguridad no puede seguir siendo vista como un gasto, sino como una inversión necesaria para proteger vidas y capital.
Algunas recomendaciones clave:
- Nunca dejar la seguridad al azar. Las rutas como Carpish requieren escoltas o resguardo especializado en cada traslado.
- Evaluar previamente los puntos críticos. Identificar sectores de mayor riesgo en las carreteras y preparar planes de contingencia.
- Trabajar con empresas especializadas. No todas las compañías de seguridad tienen experiencia en estas rutas; se necesita conocimiento del terreno y protocolos claros.
- Fortalecer la coordinación con autoridades. La denuncia y comunicación constante con la PNP y otras instituciones es clave para reaccionar a tiempo.
- Capacitar a los conductores. Ellos son la primera línea de defensa y deben saber cómo actuar en caso de emergencia.
¿Por qué contar con seguridad especializada marca la diferencia?
En este caso, la tragedia ocurrió porque el chofer viajaba sin resguardo en ruta. En sectores de alta peligrosidad, esa ausencia representa la diferencia entre un traslado exitoso y un desenlace fatal.
En Marines Three Corporation (M3C) llevamos años protegiendo mercadería y personas en las rutas más críticas del país, incluyendo el corredor Tingo María – Carpish – Lima. Nuestra experiencia nos ha permitido anticipar riesgos, neutralizar amenazas y garantizar que las cargas lleguen a salvo a su destino.
Al contratar un servicio especializado como el nuestro, las empresas no solo protegen su inversión, sino que también cuidan lo más importante: la vida de quienes hacen posible la cadena de suministro.
La muerte del chofer en Carpish no debe quedar como una estadística más. Es un recordatorio de lo frágil que puede ser la vida en medio de la inseguridad, pero también una invitación a hacer las cosas de manera diferente.
Como sociedad, necesitamos que las autoridades refuercen su presencia en las carreteras y que los empresarios prioricen la seguridad en cada envío. Desde M3C reafirmamos nuestro compromiso de trabajar junto a ustedes para que tragedias como esta no se repitan.
La seguridad en el transporte no puede esperar. Proteger vidas y mercadería es una responsabilidad que debemos asumir hoy.


